Otro sueño más

Recuerdo de sus pies bailar sobre esa tierra árida y seca en medio de la bruma, un polvoriento desierto. Parecía que se había vuelto loco,se movía al ritmo de tempo que marcaban sus pies.

Que locura!

Era polvo.Y era aire en un mismo lugar, levantaba tanto polvo en medio de sus rituales que difícilmente conseguíamos ver todos los pasos que sincronizaban de su cuerpo.

Recuerdo que sudaba a mares, dejaba el suelo mojado allí donde se colocaba.

Recuerdo el sol;aquella furiosa emperatriz que nace de un extremo y yace en otro. Calentaba la arena a tales niveles que nos vimos obligados a escupir sobre nuestros pies y untarnos aquel improvisado mejunje por nuestras plantas. Y es que caminábamos descalzos, porque un león se los comió,o fue un tigre o quizas fue un hombre. En tiempos desesperados me cuesta diferenciarnos.

Con los pies dolidos y quemados, caminábamos de día y bailábamos de noche. Era un infierno, un calvario. Pero me acostaba feliz

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